domingo, 26 de abril de 2009

García es de primera

En el partido disputado el sábado 11 de abril contra San Mandingo hubo varias sorpresas. Una fue el regreso de Facu a las canchas, con su toque de suerte que lo acompaño a lo largo de su etapa futbolística. Tuvo su chance para sumar pero la desperdicio frente al arquero totalmente tirado a una punta. Otra sorpresa, que no se si tan sorpresa, ya que la hinchada lo pedía hace ya un tiempo, ver a Emi de delantero. Tuvo sus minutos arriba y pudo aportar un poco de futbol… Impagable.

Pero ahora si, este es un punto de quiebre en nuestras vidas, es algo tan grande que me animaría a compararlo con el mail manugarciacapo@hotmail.com, es algo que se espero desde los comienzos de Burundi, era anotado una y otra vez en la planilla del plantel, pero nunca puso su firma ahí, nunca puso su sello que le daba por lo menos el titulo de suplente.
Pero el momento llego, como llega todo en la vida. Cuando uno lo espera tanto, después lo disfrutas el doble. Por eso es que ahora estoy tan feliz, tan sonriente en la vida, como lo están todos en el FFB. Fue algo único! Disfrutar esos minutos viéndolo pisar el césped, estar en la misma cancha que el, compartiendo una corrida cerca de la redonda... Un orgullo.

Faltando escasos 15 minutos para el pitazo final, el pibe García con un toque de soberbia en su rostro pero al mismo tiempo con lagrimas en los ojos, pide unos botines sin importarle el talle y le arrebata la camiseta numero 10 a Diego. Todos los que estaban afuera de la línea de cal se quedaron con la boca abierta, y Manu con su característico movimiento de labio superior hacia arriba, los mira y les dice “Que pasa? Ahora no quieren ganar!”. Pide el cambio, saca a Tuti sin balbucear y entra con un trote lento. Se paro en la cancha y automáticamente se hizo dueño del medio.
Con la misma estirpe con la que Cristiano Ronaldo enloquece rivales y los deja desparramados por el piso, Manuel García gambetea rivales en la fila para pedirse un chori completo en la parrilla del campo del colegio. Con respecto a su desempeño dentro de la cancha, dejó mucho que desear, se lo notó con una falta de velocidad increíble, sin reacción y con un estilo de juego parecido al de Nahuel Suárez: con poca actitud y sin ganas de despeinarse.

Ahora los simpatizantes comprenden porque este sujeto, tan pedido en los foros del equipo y por los clubes de fans “manugarciacapo” y “el hijo de la rusa forever”, no había pisado el verde césped anteriormente.

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